Un ambicioso plan de inversión inmobiliaria que prometía altos rendimientos ha resultado ser un elaborado esquema Ponzi, según acusaciones recientes de la Comisión de Valores de Estados Unidos (SEC). El protagonista de esta trama fraudulenta es Russell Todd Burkhalter, un empresario de 52 años originario de San Petersburgo, Florida, quien a través de su empresa Drive Planning LLC, que fue registrada en Georgia en el año 2015, engañó a más de 2.500 inversores por un monto total de 372 millones de dólares.
Burkhalter, quien se presentaba como autor, inversor y estratega financiero, llegó a Medellín, Colombia, entre finales de noviembre y principios de diciembre de 2023 con una propuesta que calificó como revolucionaria. Ofrecía una membresía y un “préstamo de aceleración de bienes raíces” que supuestamente generaba un rendimiento del 10% cada trimestre, con una inversión mínima de 20.000 dólares.
El esquema, que operó desde 2020 hasta junio de 2024, atrajo a clientes tanto en Estados Unidos como en Colombia bajo el lema “keep more, make more and live more” (tenga más, gane más y viva más). Burkhalter aseguraba que los ingresos provenían del alquiler de múltiples propiedades en Estados Unidos, pero la investigación de la SEC reveló que en realidad se trataba de un fraude piramidal.
La acusación, presentada ante el Tribunal de Distrito Norte de Georgia, detalla cómo Burkhalter violó las disposiciones antifraude de las leyes federales sobre valores al vender inversiones no registradas en forma de “préstamos”. Entre los acusados también figuran su esposa Jackeline Burkhalter, la colombiana Mónica Pérez y el ejecutivo principal David Bradford.
Despilfarro y lujos: el destino de los fondos mal habidos
La investigación de la SEC ha revelado que, si bien Burkhalter logró devolver 155 millones de dólares bajo el esquema Ponzi, una práctica común en las etapas iniciales de este tipo de fraudes, el empresario y su esposa desviaron decenas de millones para financiar un lujoso estilo de vida.
Entre las adquisiciones más extravagantes se encuentra un yate valorado en 3,1 millones de dólares, al que Burkhalter bautizó como “Live More” (Vivir más), haciendo eco del lema de su empresa. Además, invirtió 2 millones de dólares en un condominio de lujo en Cabo San Lucas, México, y destinó más de 22 millones a la compra de un rancho ganadero de 10.000 pies cuadrados en Mineral Bluff, Georgia.
Este último incluía un granero convertido en centro de eventos, que Burkhalter promocionaba en su sitio web como la encarnación de “las ideas estadounidenses de Dios, país y prosperidad”. El lugar, conocido como Staurolite Barn, se ofrecía como un destino idílico para bodas en la serena zona de Blue Ridge.
Los gastos suntuarios no se detuvieron ahí. Burkhalter destinó 4,6 millones de dólares al alquiler de jets privados y servicios de automóviles de lujo, y gastó 184.000 dólares en hoteles, incluyendo 15.000 dólares en un crucero noruego. La firma Drive Planning desembolsó al menos 750.000 dólares en automóviles, con compras que incluían más de 92.000 dólares en un concesionario Jaguar Land Rover y 244.000 dólares en un servicio de alquiler de autos en Florida.
El desenmascaramiento de una elaborada farsa financiera
La investigación de la SEC reveló que, contrario a lo que Burkhalter afirmaba, Drive Planning no utilizaba el dinero de los inversores para préstamos puente o empresas conjuntas con desarrolladores inmobiliarios. En realidad, los ingresos de la empresa provenían principalmente de comisiones por ventas de seguros de vida, cuotas de membresía de clientes que buscaban planificación financiera y alquileres de algunas propiedades.
A medida que el esquema crecía, Burkhalter comenzó a utilizar las inversiones de nuevos clientes para pagar a los antiguos, siguiendo el clásico modelo de un esquema Ponzi. La SEC señaló que hasta 137 millones de dólares de los fondos de los inversores se destinaron a estos pagos fraudulentos.
En un intento por evadir a los investigadores, Burkhalter llegó incluso a falsear una separación con su esposa. Cuando finalizó su divorcio en 2023, utilizó dinero de los inversores para pagarle más de dos millones de dólares acordados. Jacqueline Burkhalter recibió al menos 1.232.300 dólares en transferencias de efectivo adicionales de Drive Planning y otros 2.122.018 dólares de The Burkhalter Ranch, otra entidad demandada.
El esquema también incursionó en el mundo de las criptomonedas. Entre mayo de 2021 y diciembre de 2023, Drive Planning transfirió aproximadamente dos millones de dólares a Coinbase. A partir de abril de 2023, la empresa recibió 1,2 millones de dólares en inversiones en criptomonedas.
La SEC descubrió que el supuesto programa de inversión inmobiliaria carecía de un software de contabilidad adecuado para gestionar los flujos de dinero, dependiendo en su lugar de una simple hoja de cálculo, reminiscente de las prácticas del infame Bernard Madoff.
Consecuencias legales y el futuro incierto de Drive Planning
En junio de este año, la Comisión de Valores ordenó a Burkhalter cerrar Drive Planning y cesar la aceptación de nuevas inversiones. Aunque inicialmente accedió, poco después pagó otra ronda de comisiones a sus agentes de ventas utilizando fondos obtenidos de manera fraudulenta. Este acto de desacato agravó su situación legal.
Como medidas cautelares, el Tribunal de Georgia ha exigido la restitución de las ganancias mal habidas con intereses previos a la sentencia y ha impuesto sanciones civiles contra los demandados. Además, se ha prohibido a Burkhalter ejercer como director y funcionario en cualquier empresa, y se le ha retenido el pasaporte para evitar una posible fuga.
La SEC también ha señalado que Burkhalter destinó alrededor de 65 millones de dólares en comisiones a sus agentes de ventas, lo que sugiere una red de colaboradores que podría enfrentar consecuencias legales.
Entre los involucrados en el esquema se encuentran la colombiana Mónica Pérez y el ejecutivo principal David Bradford, quienes participaron en reuniones en Chicago y otros lugares de Estados Unidos, así como en Medellín durante el llamado “Noviembre del inversor”. Pérez, quien se desempeñaba como estratega financiera de Drive Planning desde diciembre de 2019, tiene un historial en la venta de pólizas de seguros de vida y es graduada en Negocios Internacionales de la Institución Universitaria Esumer de Medellín.
El caso pone de manifiesto la importancia de la debida diligencia en las inversiones y subraya la continua vulnerabilidad de los inversores ante esquemas fraudulentos elaborados, incluso en la era de la información digital.