Imputan a José Youssef Boutros por estafa millonaria en Caracas y ordenan su reclusión en El Rodeo II

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El martes 3 de diciembre de 2024, en la ciudad de Caracas, fue detenido José Youssef Boutros, empresario y propietario de la marca Café Kaldi, ubicada en Las Mercedes. La detención se produjo debido a su presunta implicación en delitos de legitimación de capitales, estafa agravada y asociación para delinquir. Tras ser presentado ante los tribunales venezolanos, se determinó la imputación de Youssef, asignándosele como centro de reclusión la cárcel de Rodeo II.

Las pesquizas llevadas a cabo por el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) apuntan a una estafa que podría alcanzar la cifra de un millón de dólares. Según el Ministerio Público, Youssef empleaba criptomonedas y esquemas fraudulentos para engañar a sus víctimas, ocasionándoles severas pérdidas patrimoniales.

El modus operandi consistía en atraer a inversores al local de Café Kaldi con la promesa de retornos lucrativos en divisas extranjeras y criptomonedas, específicamente el USDT, una moneda digital cuyo valor es equivalente al dólar estadounidense.

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Sin embargo, una vez que las víctimas entregaban sus fondos, estos eran retenidos bajo diversas excusas, como la necesidad de “techar el dinero” antes de poder hacer efectivos los pagos.

Para intimidar a los afectados y evitar reclamos, los operadores de la estafa afirmaban tener conexiones con altos funcionarios del gobierno. Este esquema fraudulento logró captar a numerosos inversores que confiaron en las falsas promesas de Youssef y su equipo.

Red de operadores y falsas conexiones con el Gobierno

José Youssef Boutros

Dentro de la red de operadores fraudulentos, destaca la figura de Miguel Pérez, residente de Barquisimeto, quien se presentaba como poseedor de un permiso de la Superintendencia Nacional de Criptoactivos (Sunacrip) para la minería de criptomonedas. Pérez era señalado como uno de los principales recolectores de fondos para la operación, utilizando su supuesta influencia y conexiones con figuras prominentes para atraer a más víctimas. Entre sus alegadas relaciones, se mencionaban vínculos con altos funcionarios de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), lo que otorgaba una falsa sensación de seguridad y legitimidad a sus actividades, además de intimidar a las víctimas.

A medida que la pirámide financiera se volvía insostenible y las dificultades para cumplir con los pagos prometidos se incrementaban, las víctimas eran conducidas a las oficinas de Café Kaldi. Allí, José Youssef Boutros, en conjunto con Miguel Pérez, intentaban justificar sus acciones mediante la mención de falsas asociaciones con programas estatales. Entre las supuestas conexiones se encontraban el programa de bolsas de alimentos de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) y el sector alimentario, lo que supuestamente respaldaba la rentabilidad y seguridad de las inversiones. Estas artimañas buscaban ganar tiempo y evitar que las víctimas tomaran acciones legales en su contra.

La complejidad del esquema y las constantes excusas para no devolver los fondos generaron un creciente malestar entre los afectados, quienes comenzaron a cuestionar la legitimidad de las operaciones. La situación se tornó insostenible, llevando finalmente a la intervención de las autoridades y la detención de Youssef.

Escándalo de estafa Ponzi involucra a familiares y allegados

Entre los implicados en el esquema fraudulento se encuentra Sarkis Youssef Boutros, hermano del empresario, junto a otros dos individuos identificados como Rashed y Pablo. Estos individuos actuaban como cómplices de Youssef, encargándose de captar dinero ofreciendo altos intereses, lo que terminó por arruinar a numerosas personas.

La confianza depositada en Youssef y sus allegados se convirtió en una trampa financiera para muchos, quienes vieron sus ahorros y patrimonios desvanecerse debido a las promesas incumplidas. La operación Ponzi se basaba en el pago de intereses a los inversores con el dinero de nuevos participantes, creando una ilusión de rentabilidad que eventualmente colapsó.


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