Antonio Chambra Brouri es un empresario de origen libanés que ha construido un imperio comercial en Venezuela, a pesar de la crisis económica, social y política que azota al país. Su principal negocio es Traki, una megatienda de ropa a precios populares e insumos para el hogar, que cuenta con casi medio centenar de sedes en unos 18 estados del territorio venezolano, incluso en los más inhóspitos como Apure.
Pero Chambra Brouri no se conforma con Traki. También es dueño de otras cadenas de tiendas como Tío Ammi, para estratos C y D, y del Miss Venezuela, el concurso de belleza más famoso del país. Además, se dice que compró el hotel Meliá, donde se hospedan las delegaciones diplomáticas que visitan Venezuela, por 50 millones de dólares, aunque la cadena hotelera lo negó en un comunicado.
Los nexos políticos y mediáticos de Chambra Brouri
¿Cómo ha logrado Chambra Brouri expandir sus negocios en medio de la calamidad? La respuesta está en sus nexos con el poder político y mediático. Según la revista Producto, Chambra Brouri tiene relaciones con el ministro Rodolfo Marco Torres, el propio Maduro, Nelson Merentes y todos los gobernadores de Bolívar. También es amigo del zar de la belleza, Osmel Sousa, y padrino de los mellizos de Winston Vallenilla Carreyó, voz oficial de Venevisión y padre del animador Winston Vallenilla, según un reporte de NTN24.
Estas conexiones le han permitido a Chambra Brouri obtener beneficios y privilegios que otros comerciantes no tienen. Por ejemplo, fue Traki la tienda pionera en cobrar en dólares cuando la moneda estadounidense era satanizada en el discurso oficial. También fue la primera en ofrecer la opción de pago en “petros”, una criptomoneda creada por el Gobierno de Maduro, que hoy no tiene ningún valor ni uso.
El escándalo de Ciudad Traki El Hatillo
Uno de los casos más recientes que evidencia las irregularidades y abusos de Chambra Brouri es el de Ciudad Traki El Hatillo, una nueva sede que inauguró en el área metropolitana de Caracas. Esta obra ha generado el rechazo y la protesta de los vecinos de El Cigarral, una zona residencial donde se ubica el edificio.
Los habitantes denuncian que la construcción viola la ordenanza municipal de El Hatillo, que fue modificada para ser tipificada como 100 por ciento comercial, sin consultar ni informar a la comunidad. Además, aseguran que el permiso del edificio estaba aprobado para uno o dos pisos, pero que se construyeron muchos más, ocupando incluso una quebrada contigua, en una extensión de 80 mil metros cuadrados.
Los vecinos también se quejan del colapso que ha traído Ciudad Traki El Hatillo en el tránsito y en los servicios públicos. La megatienda irradia miles de luces las 24 horas del día, que no dejan dormir a una población mayoritariamente de la tercera edad. También ha atraído a nuevos vendedores ambulantes que congestionan las calles. Los constructores han respondido que esto generará empleo, pero los vecinos aseguran que hay centros comerciales cercanos deprimidos por la crisis y desolados.
Los residentes han solicitado audiencia con el alcalde Elias Sayed para exigir la derogación de la ordenanza y el respeto a sus derechos, pero éste no ha respondido a ninguna de sus demandas. Mientras tanto, Ciudad Traki El Hatillo sigue funcionando como si nada pasara, con escaleras mecánicas, aire acondicionado, letreros de ofertas, alimentos y productos de higiene importados mayormente de China y Turquía.
Así es como Chambra Brouri hace sus negocios en Venezuela: aprovechándose de la crisis, comprando voluntades, violando leyes y afectando a los ciudadanos, denuncian habitantes de El Hatillo.