Gerardo Pantin Shortt, de la quiebra a la fortuna: ¿Cómo “empresas de maletín” en Florida obtuvieron millones de PDVSA en medio de sospechas de corrupción?

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Por Felicia Osorio

En 2016, salieron a la luz sospechas de corrupción que involucraban al empresario petrolero zuliano Gerardo Pantin Shortt, a sus familiares Eduardo Pantin Pérez, Andrés Pantin Pérez y Eduardo Pantin Shortt, y a su hombre de confianza, Javier Sanguino. Esta red, valiéndose de las empresas Cpven S.A y Sepesa C.A, logró obtener contratos multimillonarios con la petrolera estatal venezolana PDVSA.

Cpven S.A, una empresa que entre 1998 y 2002 se encontraba al borde de la quiebra, experimentó un giro radical en su fortuna a partir de 2004. En ese momento, comenzó a obtener millones de dólares al adjudicarse más de 30 contratos de servicio con PDVSA, muchos de los cuales no fueron ejecutados o finiquitados. Este cambio coincidió con la llegada de Rafael Ramírez a la presidencia de PDVSA y al Ministerio de Energía y Minas, durante el gobierno de Hugo Chávez.

Entre 2010 y 2015, PDVSA otorgó a Cpven S.A un total de 23 contratos de servicios. A esto se suman los 12 contratos que se le adjudicaron a Sepesa C.A, empresa a nombre de Javier Sanguino, entre 2008 y 2015.

El 30 de abril de 2013, Cpven S.A experimentó una transformación significativa: la totalidad de sus acciones fueron transferidas a Cpven Oil Field Services Sl., una empresa inscrita en el Registro Mercantil de Madrid con un capital social de apenas 3.000 euros.

Esta empresa española, a su vez, era propiedad en su totalidad de Cpven Holding Limited, una compañía registrada en la isla de Malta. Cpven Holding Limited también controlaba Cpven Oil Consulting LLC, una compañía extranjera constituida en el estado de Delaware, Estados Unidos, y que operaba en Florida.

Sepesa C.A y la “empresa de maletín” en Florida

En el caso de Sepesa C.A, la trama era menos compleja que la de Cpven S.A, pero igualmente irregular. Si bien Javier Sanguino figuraba como presidente, el 100 por ciento de las acciones pertenecían a Oil Consulting Enterprise, una “empresa de maletín” registrada en Florida a nombre de German Leal. La dirección de la sede de esta empresa era una residencia de clase media ubicada en 1065 NW 128th Pl Miami, FL 33182.

Desde esa misma residencia, que servía como sede de Oil Consulting Enterprise, operaban otras cinco empresas. Resulta sorprendente que PDVSA haya otorgado 14 contratos millonarios a esta empresa de maletín con una sede tan modesta.

Los individuos involucrados en esta trama de corrupción, además de poseer cuentas en Estados Unidos, Panamá, Malta, España y en varios paraísos fiscales, también han sido dueños de yates, aviones, propiedades y otros bienes de lujo.

En diciembre de 2019, se conoció que el magnate petrolero Gerardo Pantin Shortt buscaba vender su lujosa mansión frente al mar en Miami Beach. Pantin, quien amasó su fortuna a través de contratos con PDVSA desde la década de 1980, aunque en los años 90 sus empresas parecían afrontar dificultades económicas, era dueño de una imponente residencia de nueve habitaciones y 9,091 pies cuadrados en Sunset Islands. La propiedad fue puesta en el mercado por Oren Alexander de Douglas Elliman, según información en aquel entonces de la plataforma inmobiliaria en línea Zillow.

Los registros de la época mostraban que Miami Islands Property LLC, administrada por Irisliz Castellano, una de las asociadas de Pantin, había adquirido la propiedad de medio acre ubicada en 1835 West 27th Street por $12.9 millones en 2012. Documentos vinculados a la mansión también llevaban la firma de Pantin.

Según una publicación de therealdeal.com de 2019, Pantin había declarado al Miami Herald en 2016 que su familia había firmado contratos con PDVSA por un valor cercano a los $1 mil millones entre 2008 y 2015. En esa misma declaración, confirmó que la compañía petrolera les adeudaba aproximadamente $200 millones por trabajos no remunerados.

Finalmente, la lujosa mansión de Pantin en Miami Beach fue vendida en diciembre de 2020 por casi $17.4 millones.

Contexto de la trama de negocios sospechosa

La trama objeto de sospechas de corrupción, que involucra a Gerardo Pantin Shortt y sus asociados, se desarrolló en un contexto de opacidad y falta de transparencia en la gestión de PDVSA durante el Gobierno de Hugo Chávez y los primeros años de la presidencia de Nicolás Maduro. La llegada de Rafael Ramírez a la presidencia de PDVSA en 2004 marcó un punto de inflexión en la relación de la petrolera con Cpven S.A, que pasó de estar al borde de la quiebra a obtener millonarios contratos.

La creación de empresas en paraísos fiscales como Malta y la utilización de “empresas de maletín” en Florida, parecen evidenciar la intención de ocultar el destino de los fondos provenientes de los contratos con PDVSA.

Tramas como la de los Pantin parecen ser un ejemplo de cómo la falta de controles y la discrecionalidad en la adjudicación de contratos en PDVSA permitieron el enriquecimiento irregular de individuos vinculados al poder, en detrimento de las finanzas de la empresa estatal y del país.


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