SI ESTO ES LO QUE VA A PASAR… ¡ESTAMOS BIEN JODIDOS!

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En los últimos días hemos visto cómo “especialistas en temas militares” que en la actualidad adversan a Nicolás Maduro tratan de imponer una narrativa en relación con la fracasada “Operación Libertad”, que se inició al amanecer del 30 de abril de 2019.

En esta nueva versión reconocen que se trataba de un movimiento “cívico-militar” encabezado por Leopoldo López y Juan Guaidó (el único logro fue la liberación de López), Manuel Christopher Figuera, un grupo de comandantes de la Guardia Nacional, funcionarios del SEBIN, Iván Hernández Dala y el entonces presidente del Tribunal Supremo de Justicia, Maikel Moreno, a quienes presentan como “infiltrados del gobierno” y casi los tildan de héroes. Ya comienzan a verse las intenciones: tratan de no obstaculizar las aspiraciones de estos últimos. Hernández Dala aspira a sustituir a Vladimir Padrino López y Moreno hace esfuerzos por ser designado de nuevo como presidente del TSJ.

El propio Christopher Figuera ha confirmado la participación en ese alzamiento de Padrino, Moreno y Hernández. Los rumores han indicado desde entonces que Padrino exigió una serie de garantías y una gran cantidad de dinero, pero al no materializarse, finalmente no se sumó. Maikel Moreno supuestamente exigía ser designado presidente de la República y, a última hora, también se ocultó. Y Hernández Dala, sospechosamente, en caso de no haber estado involucrado, no actuó en defensa del gobierno como le correspondía.

Otra mentira descarada que tratan de “sembrar” es la supuesta ingenuidad de Christopher Figuera, quien se habría dejado convencer por César Omaña. Nada más alejado de la realidad. Ambos sabían lo que hacían perfectamente, y con el tiempo quedó evidenciado que Omaña era triple agente: trabajaba para la inteligencia cubana, venezolana y estadounidense.

Otro rumor insistente en esos días era la presunta participación del Fiscal General Tarek William Saab, quien alardeaba entonces de “gozar de la mayor simpatía porcentual” en la población en comparación con otros altos funcionarios. Por eso nos extraña la intencional omisión de su nombre.

Pero el motivo es que actualmente está en marcha una operación similar, donde están implicados algunos de los protagonistas de esta parodia y miembros de la oposición. Es por eso que nos empiezan a “llegar las señales”.

LOCADEMIA DE GOLPISTAS

Ese 30 de abril de 2019, los miembros del destacamento 432 de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), encargado de la custodia de la Asamblea Nacional, comandados por el teniente coronel Ilich Sánchez Farías, fueron la única unidad que se sumó a la revuelta. Al finalizar la fracasada jornada, y con mucho esfuerzo, lograron que los acogieran como refugiados en la embajada de Brasil.

Los pocos miembros del Ejército y del SEBIN que participaron alegaron luego haber actuado bajo engaño. Los refuerzos militares nunca llegaron, y los cerros de Caracas tampoco “bajaron”, como esperaban.

Desconocemos qué sucedió luego con el comandante Sánchez Farías, cuya imagen junto a Edgar Zambrano se hizo viral ese día.
El único beneficiado fue Leopoldo López, que fue recibido como huésped en la residencia del embajador de España en Caracas.

TSJ TENÍA PREPARADA UNA SENTENCIA

Julio Borges se había encargado de convencer a Maikel Moreno, quien era considerado un hombre de confianza de Maduro y Cilia Flores.

Moreno es tan allegado a Raúl Gorrín, financista y promotor de la revuelta, que le obsequió una villa en la Toscana con motivo de su matrimonio, según reveló el periodista Marcos García Rey.

Tiempo después, John Bolton, ex asesor de seguridad del primer gobierno de Donald Trump, reconoció haber negociado directamente con Vladimir Padrino López, Maikel Moreno e Iván Hernández Dala.

Hoy, este mismo trío se suma a un nuevo intento para salir de Maduro y de Diosdado Cabello.

El dictamen que contenía el fallo del TSJ básicamente incluía los siguientes puntos:

a) Otorgamiento de las atribuciones del Poder Ejecutivo a la Asamblea Nacional y a su presidente;
b) Disolución de la Asamblea Nacional Constituyente, obediente al chavismo;
c) Liberación de los presos políticos; y
d) Llamado a elecciones, en las que no podría participar quien ejerciera el interinato.

La fórmula parecía perfecta: complacía a los militares que exigían una cobertura legal y daba orden a los eventos posteriores al derribo del régimen.

El documento existe y tiene firma. Tenemos en nuestro poder, a buen resguardo, pruebas que demuestran que uno de los redactores fue Calixto Ortega y un conocido abogado, actualmente residenciado en Madrid. Siguiendo las pistas que ha dejado este último en la capital española, descubrimos que están muy activos en los últimos días y han conformado una especie de “instancia de consulta”, de la que también forman parte Miguel Rodríguez Torres, Luisa Ortega Díaz, dos ex magistradas del TSJ y la asesora personal de una de estas.

Posteriormente, Elliott Abrams informó la existencia de un acuerdo conformado por 15 puntos, que regulaba una especie de transición y cohabitación durante los siguientes 12 meses. En el acuerdo participaron los funcionarios antes mencionados, Leopoldo López, Juan Guaidó, Carlos Vecchio y altos funcionarios de Washington. Las negociaciones incluían el levantamiento de las sanciones que la OFAC había impuesto a las esposas de Raúl Gorrín y Gustavo Perdomo.

Gorrín era el garante del control sobre cuatro magistrados de los siete que conforman la Sala Constitucional. Varios miembros de la Sala Plena habían sido reclutados por Gorrín y la supuesta colaboración de Mauro Libi.

Desde su reclusión, Leopoldo López mantiene estrechas relaciones con Manuel Christopher Figuera, Iván Hernández Dala y César Omaña, hasta que fue capturado. Nuestra sorpresa ha sido comprobar que este grupo contó con la participación de Néstor Reverol. Por eso nos extrañamos de las recientes amenazas en su contra por parte del “machirulo” Iván Simonovis.

EL REMEDIO ES PEOR

Luis Florido participó abiertamente, pero como buen “alacrán”, siempre estará del lado del poder y el dinero. Henry Ramos Allup fingió demencia después y responsabilizó a Edgar Zambrano. El entonces Director de Operaciones de la PNB, Carlos Pérez, estaba del lado de la revuelta; su misión consistió en cortar las comunicaciones. Otros altos oficiales de la PNB estaban comprometidos. Tengamos presente que la amistad entre Raúl Gorrín y la pareja López-Tintori es más estrecha que nunca.

Operadores de figuras oficialistas descontentas, principalmente de los hermanos Rodríguez y Tarek William Saab, hacen esfuerzos para llegar a un acuerdo con los dirigentes opositores —que siguen siendo los mismos— y su líder María Corina Machado, y ejecutar una revuelta similar a la que se sumarían los involucrados en la del 30 de abril de 2019: funcionarios, policías, militares y fuerzas externas, conformadas por mercenarios extranjeros, exmilitares y expolicías. A nuestro parecer, condenada al fracaso por estar únicamente promovida por el revanchismo, el oportunismo y el resentimiento de oscuros personajes que hasta ahora no han conquistado el poder.

Al actual Fiscal General y al presidente de la Asamblea Nacional les cuesta mucho darle cumplimiento a la orden que les dio Maduro en cuanto a la disminución de su protagonismo mediático. Sumado a esto, hay rumores internos dentro del alto gobierno, por el malestar que generaron las acciones recientes en contra de unos operadores cambiarios ilegales y medios digitales propiedad de dichas mafias, que al parecer le pagaban tributo a un alto funcionario.

La historia de conspiración en Venezuela del general Manuel Cristopher Figuera y el empresario Cesar Omaña que terminó en un fracasado levantamiento

https://www.polianalitica.com/nacionales/953/bernabe-gutierrez-denuncio-un-nuevo-plan-violento-liderado-por-maria-corina-machado-a-traves-de-y

Y a continuación un vídeo de Ivan Simonovis diciendo locuras. Como de costumbre.

 



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