Especial JC.- Liliana Aumaitre es una famosa escort y abogada, nativa del estado Anzoátegui. Actualmente es la novia del “enano” Iván Simonovis, pero su pasado incluye unos 10 años de labores en el Ministerio Público en Anzoátegui.
Primero contó con la protección de Luisa Ortega Díaz para cometer sus fechorías.
Posteriormente, y gracias a que se integró al “círculo íntimo” de Tarek William Saab, llegó a ocupar el cargo de Fiscal Superior. Cuando olfateó que Tarek la “castigaría” por contrariar sus rigurosas órdenes, huyó del país y solicitó asilo político en los Estados Unidos. Contrajo segundas nupcias con el hermano de uno de los exfuncionarios más corruptos en la historia de CITGO, gracias a lo cual su opulencia fue grosera.
Liliana Aumaitre formó parte de la mafia petrolera-sexual del exalcalde y narcotraficante Jhonnathan Marín y del “Topocho” Pedro León en la Faja del Orinoco.
Antes de eso fue esposa del ingeniero Marcos Cachafeiro, quien dio sus primeros pasos en la región de la mano de Nelson Moreno. Posteriormente fue designado como ingeniero municipal en Lechería durante el gobierno del adeco Gilberto Ron Tovar y, más tarde, encabezó la más poderosa mafia judicial en Anzoátegui. Se dedicó exclusivamente a “vender” decisiones judiciales. A pesar de que Liliana se divorció, porque ascendió al más alto nivel socio-político de la región, continuaron haciendo algunos negocios juntos.



En sus inicios, Cachafeiro se dio a conocer durante la Cumbre de Presidentes celebrada en Margarita, durante el segundo gobierno de Rafael Caldera, donde fungió como “conserje” del evento.
El 22 de enero del año 2019 nos enterábamos de que la exfiscal Superior del estado Anzoátegui, Liliana Aumaitre, había solicitado asilo en los Estados Unidos, a donde había viajado con toda la intención, aprovechando las festividades navideñas.
La información se filtró a la opinión pública, ya que al día siguiente, el 23, tenía la primera cita para tal fin en las oficinas del Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS) en Miami.
En ese momento, la exfuncionaria estaba casada (en segundas nupcias) con Gustavo Orsoni Di Frenza, quien es hermano de Eduardo Orsoni Di Frenza, para la época Consultor de PDVSA y representante de CITGO.
VAMOS PASO A PASO…
Edoardo Orsoni ocupó altos cargos en CITGO, PDVSA y Petrocedeño y fue acusado, por el gobierno de los Estados Unidos, de participar en un esquema de corrupción y lavado de dinero, para blanquear los fondos de negocios fraudulentos en el mercado inmobiliario de Miami.
Orsoni, cuando se enteró de la imputación en su contra, huyó. Posteriormente, se declaró culpable ante la justicia norteamericana en mayo de 2020. La Fiscalía del Distrito Sur de la Florida presentó la acusación federal, donde se señalaba que Orsoni, quien ocupó varios cargos en la petrolera estatal y sus subsidiarias desde 2007 hasta 2017, cometió delitos que violaban las leyes de los Estados Unidos.
Orsoni fue miembro del Consejo General de Petrocedeño y asesor legal de PDVSA para las operaciones en la Faja Petrolífera del Orinoco, entre otras posiciones ocupadas en la industria petrolera estatal venezolana. También fue vicepresidente de Asuntos Legales de CITGO desde el 19 de junio de 2016 (el presidente de la filial de PDVSA era Nelson Martínez) hasta el 23 de noviembre de 2017 (la presidencia era ocupada por José Ángel Pereira Ruimwyk).
“Dos días antes, el 21 de noviembre de 2017, el fiscal general de la República, Tarek William Saab, informó a la opinión pública que seis altos gerentes firmaron un contrato para solicitar préstamos por hasta 4 mil millones de dólares, basándose en una presunta refinanciación de los programas de deudas de los años 2014 y 2015, bajo condiciones leoninas y desfavorables para PDVSA, ofreciendo como garantía a la propia filial Citgo.
Los aprehendidos fueron: José Ángel Pereira Ruimwyk, presidente de Citgo; además de los altos gerentes Tomeu Vadell, vicepresidente de Operaciones de Refinación; Alirio Zambrano, vicepresidente y gerente general de la Refinería Champlin de Corpus Christi; Jorge Toledo, vicepresidente de Suministro y Comercialización; Gustavo Cárdenas, vicepresidente de Relaciones Estratégicas con Accionistas y Gobierno; y José Luis Zambrano, vicepresidente de Servicios Compartidos.
Estas detenciones ocurrieron a la par de otras investigaciones por actos de corrupción en las empresas petroleras del Estado venezolano. Pereira, expresidente de Citgo, informó que el 9 de febrero de 2014 ofreció información confidencial sobre la estrategia de negociación de Venezuela con respecto al conflicto con la transnacional petrolera ConocoPhillips, hecho que se conoció a través de un cable filtrado por WikiLeaks.
Tras esto, el 22 de noviembre del mismo año, se anunció a Asdrúbal Chávez como nuevo presidente de la compañía, con el objetivo de hacer una reorganización.”
OTRO DELINCUENTE DE LECHERÍA
A principios de 2012, Orsoni tuvo la responsabilidad de revisar y aprobar los contratos de Petrocedeño (el presidente era Renny Chacín) y acordó participar en una conspiración con un contratista que poseía varias compañías, incluidas unas firmas registradas en Florida, las cuales recibieron de manera fraudulenta contratos de suministro de servicios de asesoramiento a PDVSA y sus subsidiarias.
Desde 2012 y hasta 2016, Edoardo Orsoni conspiró y ejecutó una trama para realizar una transacción financiera que le permitió comprar una propiedad en los Estados Unidos con dinero proveniente de una actividad ilegal.
Los fiscales descubrieron que Orsoni sabía que la transacción que había diseñado era ilegal y que tenía como naturaleza “ocultar la fuente de los fondos provenientes de la corrupción y los sobornos que recibió como funcionario público de un gobierno extranjero”.
El contratista pagó sobornos a Orsoni para mejorar su ventaja de obtener y mantener contratos de servicios de adquisición con PDVSA y sus subsidiarias, como Petrocedeño.
Posteriormente, Edoardo Orsoni suscribió un acuerdo de delación y admitió que “recibió instrucciones de oficiales de alto nivel de PDVSA” para asegurar que contratistas específicos obtuvieran contratos de Petrocedeño, los cuales finalmente produjeron beneficios para sus superiores dentro de PDVSA.
Edoardo Orsoni admitió su culpabilidad por recibir sobornos de contratistas conspiradores a cambio de su asistencia para obtener contratos o recibir pagos de Petrocedeño y otra subsidiaria de PDVSA.
LOS MIAMEROS
Orsoni y los contratistas ocultaron el origen de los recursos, que provinieron de los sobornos recibidos por actividades fraudulentas e ilegales:
“Ese dinero les permitió llevar a cabo transacciones financieras personales para ellos mismos, incluida la compra de bienes inmuebles en el sur de Florida.”
El 28 de octubre de 2014 se realizó una transacción por aproximadamente $749,960 a una cuenta bancaria en Portugal para el beneficio de Orsoni.
El 27 de enero de 2015, Orsoni recibió de parte de un contratista aproximadamente $201,180, que fueron transferidos desde una cuenta bancaria de Miami, Florida, a una cuenta en el Caribe a nombre de Orsoni.
El 17 de diciembre de 2016 compró dos propiedades ubicadas en la zona más cara de Miami, en el 1080 Brickell Avenue, Miami 33131. Las unidades #4100 y #4106. Dicha compra violó el Código de los Estados Unidos, Título 18.




EDOARDO ORSONI: TODO UN DELINCUENTE
Gran parte de los delitos ejecutados por Orsoni se materializaron en Houston, Texas, durante el tiempo en que ocupó la vicepresidencia de Asuntos Legales de la corporación filial de PDVSA en Estados Unidos.
Eran tantos los hechos de corrupción que protagonizó, que llegaron a ser procesados y denunciados en distintas jurisdicciones. Constituyeron un nutrido grupo de contratistas, que ya hemos señalado en otras ocasiones.
Edoardo Orsoni facilitaba la selección de proveedores para la Faja Petrolífera del Orinoco, además de compras de equipos y materiales a través de proyectos especiales de CITGO por millones de dólares, que cobraban de manera expedita, en dólares y con sobreprecios.
Con razón el concuñado de Baduel tenía fincas, jet ejecutivo, propiedades dentro y fuera de los Estados Unidos, caballos, ganado… y pare de contar.
ARUBA: SOLO EL PRINCIPIO
En 2012, Edoardo Orsoni participó en el proceso de selección y aprobación de proveedores y “empleados de confianza” para el fallido proyecto de EPC (rehabilitación de la refinería) de CITGO Aruba.
Personalmente denuncié las irregularidades, fiestas previas, viajes, derroches y celebraciones, así como la implicación de un atajo de delincuentes arubeanos y venezolanos (algunos con nacionalidad estadounidense), entre ellos al menos dos ministros de la isla: Mike Eman, Roberto “Rincón”, Hugo “El Pollo” Carvajal y Calixto Ortega Sánchez, entre otros.
¿Qué hizo la nauseabunda prensa de Aruba? Atacarme, descalificarme, exponerme e insultarme.
¿Qué hizo el gobierno de la isla de Aruba? Luego de pasar casi un mes de vacaciones, las autoridades locales (una banda de delincuentes), en complicidad con Hugo Carvajal Barrios, Roberto Rincón, la inmigración y el gobierno —solo por mencionar algunos de los que participaron en la confabulación— me detuvieron y me mantuvieron aislado y preso en condiciones extremas e infrahumanas durante casi tres meses. Mi hijo tenía apenas 12 años. Estaba secuestrado. Era un preso político.
Mi esposa debió gastar los ahorros de toda su vida (80 mil dólares) exigidos por mis captores. Gracias a Dios, mi esposa contó con la invaluable ayuda de su mejor amiga y del padrino de mi hijo.
“Casualmente”, mi compañero de celda en la isla era un sargento retirado de la Guardia Nacional Venezolana, que había sido enviado por “El Pollo” Carvajal para hacerme compañía, ganarse mi confianza y preparar una trampa en la que yo resultaría muerto por las autoridades. Este personaje era hombre de confianza de un compadre de Carvajal, que controlaba el contrabando de combustible y el tráfico de cocaína en la Península de Paraguaná.
Meses después, el poderoso narcotraficante fue asesinado de un disparo en la cabeza por Pedro Luis Martín Olivares, en la finca de Carvajal cerca de Charallave, por orden suya.
Esta historia la ampliaremos en próximos días.
ARUBA: SIGUIÓ LA FIESTA
En el proceso de selección de proveedores de CITGO en Aruba figuraba en los primeros lugares Yakima Trading Corporation (una empresa del narcotraficante Samark López Bello, preso actualmente en la sede del CICPC en Chacao, muy demacrado) y Tareck El Aissami, quien ya no puede caminar, pesa casi 0 kilogramos y tiene la espalda llena de escaras; así como Mapotech Engineering Procurement & Construction N.V. y otras empresas intermediarias.
En este proceso se dilapidaron más de $100 millones, aportados por Petróleos de Venezuela a través de la compra de crudo entre CITGO y PDVSA, todas firmas de dudosa reputación.
Las investigaciones internas fueron paralizadas por los propios directivos de CITGO involucrados en la trama. La mayor parte de los implicados no fueron sancionados por parte de las autoridades de CITGO y PDVSA. Al menos 700 empresas participaron en este saqueo. Los sobreprecios cobrados por las empresas “seleccionadas” iban desde el 200% hasta el 1000%.
En Venezuela, el caso de los “6 de Citgo” se refiere a la detención y condena de seis altos ejecutivos de Citgo, la filial en Estados Unidos de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA). Estos ejecutivos, que son ciudadanos venezolanos-estadounidenses, fueron detenidos en Caracas en noviembre de 2017 después de haber sido convocados a una reunión y acusados de firmar un acuerdo considerado desfavorable para la filial venezolana. Fueron condenados en 2020 por cargos de corrupción, peculado y asociación para delinquir, con penas que van de 10 a 13 años de prisión.
Los seis ejecutivos siempre negaron los cargos, alegando ser víctimas de una medida política del gobierno venezolano liderado por Nicolás Maduro, con la intención de presionar al gobierno de Estados Unidos. En diciembre de 2019 les concedieron arresto domiciliario, pero fueron recluidos nuevamente en prisión en situaciones vinculadas a tensiones políticas entre ambos países. En octubre de 2022, fueron liberados tras un intercambio de prisioneros entre Venezuela y Estados Unidos.
Este caso ha sido ampliamente considerado un asunto político con impacto en las relaciones entre Venezuela y Estados Unidos, y ha generado campañas para su liberación, resaltando además el trato judicial y las implicaciones políticas en Venezuela.
Pero cuando revisas con minuciosidad el expediente y compruebas lo que estos ciudadanos hicieron realmente, te das cuenta de que nunca fueron unos presos políticos. Si los canjearon fue porque ellos comprometían a funcionarios públicos estadounidenses en hechos de corrupción, cuando en realidad eran un hatajo de rateros de cuello blanco de la peor calaña, cuyo castigo debió haber sido la cadena perpetua o el fusilamiento, por la impune manera en que saquearon y derrocharon el dinero de todos los venezolanos.
En la siguiente entrega conocerán el papel que jugó el cantante Leobardo “Leo” Díaz en la trama PDVSA-CITGO-Aruba y cómo fungió posteriormente como “vaso comunicante” entre un conocido ministro de la isla, PDVSA y una transnacional petrolera.