Ayer publiqué un trabajo donde expuse con detalles quién es Liliana Aumaitre, actual pareja de Iván Simonovis. En cualquier país serio, la persona que tenga a su cargo el liderazgo de la oposición —como se supone tiene María Corina Machado—, cuyo principal aval para conservar dicha vocería es la “bendición” del presidente Donald Trump, le hubiera exigido explicaciones públicas a Simonovis y su separación inmediata de cualquier cargo, misión o actividad que lo vincule con la lideresa.
Trump y su equipo político debieron hacer lo mismo o se convertirían en cómplices de su irregular e inaceptable presencia.
Gobiernos como los del Reino Unido, Estados Unidos y Alemania han padecido incidentes similares, donde delicados aspectos de la vida íntima de altos funcionarios de cuerpos de inteligencia se han filtrado a la opinión pública, e inmediatamente han sido separados de por vida de ocupar cargos que comprometan la seguridad nacional, y peor aún si implica traición o fuga de información.
Especial JC.- Al paso que vamos, Nicolás Maduro y su banda seguirán en el poder por lo menos una década más. El gran problema de los venezolanos es la pérdida de valores, la amoralidad y el sempiterno oportunismo o “gatopardismo”.
Opositores y oficialistas exigen lealtad ciega, sin cuestionamientos, sin razonamiento alguno. Si te atreves a cuestionar alguna acción o a algún dirigente, eres calificado de traidor.
Ambos bandos hacen uso del poder del dinero, las presiones, las amenazas y el temor de sus seguidores, simpatizantes y militantes como mecanismo de cohesión.
Establecen sus propios dogmas, como si se tratara de una secta. Si no aceptas sus imposiciones, te excluyen y te convierten en un paria. Te destruyen moralmente y te acusan de apóstata.
CAZADORES DE FAKE NEWS
Años atrás fui objeto, junto a mi familia, de la peor campaña digital por parte del “interinato de Juan Guaidó”. En esos días, los autodenominados “Cazadores de Fake News”, liderados por Adrián González (quienes recibían ayudas financieras del “interinato” para realizar sus investigaciones), publicaron una lista de periodistas que, de acuerdo con una minuciosa auditoría digital forense, eran víctimas de campañas de descrédito ejecutadas a través de costosos mecanismos y herramientas digitales: IA, bots, ataques DDoS, decenas de cuentas en RRSS y páginas web empleadas para la destrucción moral de las víctimas.
La lista la encabezaban entonces los periodistas de Armando.info y, entre otros, aparecía mi nombre como uno de los atacados. Dichas acciones eran promovidas y financiadas por un grupo de empresarios corruptos (el narcotraficante Álvaro Pulido, Raúl Gorrín, Gustavo Perdomo, Ramiro Helmeyer, los bolichicos, etc.), banqueros (Juan Carlos Escotet, Julio Herrera Velutini, los hermanos De Grazia, etc.) y exfuncionarios (Rafael Ramírez, Luisa Ortega Díaz y Hugo Carvajal, entre otros), quienes tenían contactos, simpatías y lealtades en ambos bandos, o eran chavistas conversos protegidos por los opositores gracias a sus generosos “aportes y contribuciones”.
¿Qué hizo Adrián González?
Cuando se percató de que mi nombre figuraba en la lista de víctimas y afectados, la modificó y me excluyó.
En base a los mandamientos de la oposición venezolana:
“Mejor es sumar y no restar” (puertas abiertas) y “Lo primero es sacar a Maduro del poder y después vemos”, te quieren convertir en su cómplice y siempre han pretendido normalizar la presencia de exchavistas corruptos y la impunidad. No hay castigo para los ladrones y delincuentes si se convierten en contribuyentes del “alto mando” opositor.
A través de estos mecanismos han intentado justificar la presencia, asesoría y colaboración de exfuncionarios incursos en delitos de lesa humanidad, como Luisa Ortega Díaz; en tráfico de drogas, como Hugo Carvajal y Clíver Alcalá; ladrones como Rafael Ramírez; y, más recientemente, exministros del área financiera durante el gobierno de Hugo Chávez, quienes participaron y fueron corresponsables del incalculable daño patrimonial en contra del país y de los venezolanos.
LA FAMOSA NOVIA ESCORT DE IVÁN SIMONOVIS
No es la primera vez que algún escándalo salpica a Iván Simonovis. Ejemplos podemos citar varios: “Ya casi Venezuela”, su relación con César Omaña y sus fuentes de financiamiento.
En una ocasión conversamos por teléfono para ponerlo en contexto en relación con quiénes eran, a qué se dedicaban y cuáles acusaciones circulaban en torno a los hermanos De Grazia.
Meses después se presentaba ante la opinión pública como un “experto conocedor” de las actividades de estos delincuentes, que se le fugaron al gobierno de Nicolás Maduro y cuyo paradero es desconocido en la actualidad.
Pocos años atrás, el propio “Gordo” Gonzalo Morales Divo me comentó que Simonovis, Casto Ocando y Maibort Petit formaban parte de su nómina personal.
A pesar de estos ejemplos y referencias, ¿ustedes creen que María Corina Machado es asertiva al conferirle la responsabilidad a Simonovis de convertirse en la figura antagónica que enfrente a Diosdado Cabello; a Casto Ocando de implantar las narrativas que creen las condiciones necesarias para justificar acciones posteriores (gracias a su “gran” credibilidad); y que Wender Villalobos disponga del poder de convocatoria necesario para lo que nadie ha podido hasta ahora: que los cerros de Caracas bajen a enfrentar a la PNB y a la Guardia Nacional?
Pues María Corina está convencida de tales atributos.
¿Silencio cómplice?
Dentro de la oposición, dirigentes y comunicadores sociales no se atreven a cuestionar o criticar públicamente ninguna acción de María Corina en este momento, por ser la “ungida de Trump”. Pero el día que deje de serlo, le darán la espalda y ni el saludo le dispensarán.
El caso de Liliana Aumaitre es representativo: Enler García Figueras (TVO, RCTV y Unión Radio), Norexa Rompapas (Telecaribe, Unión Radio, gremialista activa en el CNP en Barcelona, trabajó directamente con el entonces gobernador David De Lima y el secretario general de Gobierno Rafael Pérez Anzola, y su hermano era “mano derecha” de Roger Ayala), Omar González Moreno (CEO de Telecaribe, dirigió El Norte, Unión Radio y resultó electo como diputado opositor suplente en la Asamblea Nacional 2015, luego perpetuada infinitamente) y Wender Villalobos (exgerente del Mercado Bolivariano de Barcelona, quien tuvo un programa en Anzoátegui Televisión, propiedad de Alfredo Ducharne). Todos residieron en el norte de Anzoátegui y saben perfectamente quién es Liliana María Aumaitre Méndez, pero guardan silencio cómplice. Probablemente porque siempre han mantenido contacto y hay una larga cadena de favores en juego.
Pero todavía hay algo peor:
Liliana y la cónyuge de Wender Villalobos coincidieron laboralmente; ambas fueron fiscales durante la misma década e, incluso, esta última fue subalterna de Liliana cuando era Fiscal Superior de Anzoátegui, cargo que ocupó en dos ocasiones: durante la gestión de Luisa Ortega Díaz y luego por Tarek, cuando fue nombrado Fiscal General, de quien también fue amante.
¿Simonovis no es el mismo que ha acusado públicamente a Luisa Ortega Díaz de graves delitos, violaciones de DD. HH. y de amparar las atrocidades cometidas durante el gobierno de Hugo Chávez?
Públicamente la ha responsabilizado de los 15 años que estuvo preso y lo ha ratificado en mil oportunidades: que no será perdonada y que pagará por sus delitos.
¿Es que acaso los atributos de Liliana son tales que va a renunciar a su dignidad? ¿No le da vergüenza con su hijo varón?
¿Este es el “prohombre” que nos pretende imponer María Corina como ejemplo?
EL PRECIO DE UN CARGO
Tarek William Saab, durante sus dos gobiernos regionales, corrompió y prostituyó la alta política a niveles inimaginables. Una combinación entre desenfreno, abuso del poder y el resentimiento social y económico propio de una persona que se había sentido marginada casi toda su vida.
Las grandes decisiones dependían de los intercambios sexuales, pertenecer a su círculo cercano y ceder ante sus exigencias. Para lograr la asignación de los mejores contratos, los contratistas debían estar presentes en las largas sesiones que TWS dedicaba a ver películas XXX y analizar los atributos de los protagonistas masculinos. De esta manera, encopetadas familias de la godarria local enviaban a sus hijas como tributo al “Calígula de Anzoátegui”.
Todo se convirtió en una megaproducción pornográfica: Magglio Ordóñez, compadre del gobernador y alcalde de Puerto La Cruz, se divorció de su esposa y convirtió en primera dama municipal a una estrella del cine para adultos; los jefes policiales tenían varias amantes; la Fiscal Superior, Katiuska Bolívar, era amante del jefe del CORE 7, quien controlaba el tráfico de drogas y los casinos. Pero su mayor “éxito” interno fue subyugar a la cotizada hija de un expresidente de Fedecámaras en el estado.
Liliana Aumaitre formó parte de esta atroz élite gobernante. Gozó de la protección de Luisa Ortega, Tarek y Katiuska Bolívar; disfrutó de las bacanales y negocios sucios durante casi una década, y ahora todos fingen demencia ante su presencia y han perdido la memoria.
Después ascendió otra mafia al poder: la de Aristóbulo Istúriz y sus alfiles.
El negro, a pesar de lo viejo, era más depravado y exquisito. Su principal amante y socia fue Johana Torres, quien años después regentó a las “muñecas de PDVSA”.
Aristóbulo estaba inmerso en su mundo. Le dejó el manejo político a Jhonathan Marín, quien aseguraba estar ungido por Diosdado para suceder al “profe” en la gobernación, pero estaba completamente equivocado.
Marín manejó como propia la asignación de contratos en la Faja del Orinoco (FPO), junto a Pedro León.
La Bella Platirrosi era la amante oficial. Jhonathan despachaba desde su casa, asignaba contratos, repartía coimas y misiones, y beneficiaba a su nuevo suegro.
Contrataban a los artistas del momento, compraron inmuebles de incalculable valor, equipos deportivos, mansiones en el Country Club de Caracas, bancos, aseguradoras, periódicos, una televisora regional, inversiones inmobiliarias en Punta Cana, Cap Cana, México y Estados Unidos.
Institucionalizó los intercambios de contratos y parejas con el entonces alcalde de Chacao, Emilio Graterón, y Samantha Quintero.
Jhonnathan controlaba políticamente las llamadas “petros” que operaban al sur del estado. Llegaron a fletar aviones comerciales para asistir a conciertos en La Romana y se convirtió en el mayor traficante de drogas de la región. Con la complicidad de los militares, los cargamentos salían desde El Chaure o Guaraguao. Liliana Aumaitre no se quedó atrás y formalizó su relación conyugal con el hermano de un poderoso ejecutivo de PDVSA y CITGO.
Actualmente se prepara para sumarse, de la mano de su novio Iván Simonovis, a un “eventual e hipotético” gobierno de María Corina Machado.
Reside cómodamente en la vivienda que pueden apreciar en la imagen, en una exclusiva zona de Miami.
Es Realtor, con su licencia y bajo el amparo de una conocida marca.
Su teléfono celular está activo. Ayer aproveché para saludarla.
Mañana les contaré de la relación íntima, amistosa y de negocios entre Tarek William Saab y Alfredo Ducharme. Este último fue el responsable de malponer al timador serial Leobardo “Leo” Díaz con Tarek.
¿Y adivinen quién era el vaso comunicante entre Saab y Ducharme? Wender Villalobos.
P.D.
Pájaro: La paciencia tiene un límite y voy por ti. Será la segunda paliza que te propine. Tú te lo buscaste. De esta no te salva nadie.
JC.
https://lapatilla.com/2017/08/15/tarek-william-saab-movio-las-piezas-dentro-del-ministerio-publico/#
