El Brigadier General (r) Juan Carlos Buitrago Arias, reconocido experto en seguridad y lucha contra el comercio ilegal, ha estado impulsando activamente la “Estrategia Triángulos” como una solución integral para abordar este desafío en América Latina. Recientemente, Buitrago tuvo la oportunidad de compartir los detalles de esta iniciativa en el marco de la jornada sobre alianzas público-privadas para combatir el lavado de activos, organizada por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) y el Grupo de Acción Financiera de Latinoamérica (GAFILAT).
La “Estrategia Triángulos” se basa en un enfoque de colaboración entre los sectores público y privado, reconociendo que la lucha contra el comercio ilegal requiere un esfuerzo conjunto para ser efectiva. Buitrago, quien también es fundador y CEO de StrategosBIP, una empresa especializada en inteligencia y anticontrabando, ha destacado la importancia de integrar las capacidades de diferentes actores para lograr resultados concretos.
Su amplia experiencia en la Policía Nacional de Colombia, donde ocupó cargos como Director de la Policía Fiscal y Aduanera y Subdirector de Operaciones de la Dirección Nacional de Inteligencia, le ha proporcionado una visión integral de la problemática del comercio ilegal y la necesidad de implementar estrategias innovadoras para combatirlo.
La “Estrategia Triángulos” se ha presentado en diversos foros y eventos internacionales, generando interés por su enfoque colaborativo y su potencial para fortalecer la seguridad regional. La participación de Buitrago en la jornada organizada por UNODC y GAFILAT evidencia el reconocimiento de su experticia en la materia y la relevancia de la “Estrategia Triángulos” como un modelo a seguir en la lucha contra el comercio ilegal en Latinoamérica.
Visión compartida y herramientas de la Estrategia Triángulos
La “Estrategia Triángulos” se fundamenta en una visión compartida que busca reducir la incidencia y los efectos negativos del comercio ilegal en Latinoamérica. Esta visión se traduce en una serie de objetivos específicos que incluyen la comprensión estratégica del fenómeno, el fortalecimiento de la capacidad institucional, la integración multisectorial de visiones y mejores prácticas, la conectividad permanente, la desarticulación de estructuras criminales, la operatividad 24/7, el análisis de política pública y la regulación.
Para alcanzar estos objetivos, la “Estrategia Triángulos” se basa en cuatro líneas de acción fundamentales: el fortalecimiento de capacidades institucionales, la operación de la Central de Investigación, Monitoreo y Análisis del Comercio Ilícito (CIMA) como herramienta de investigación, monitoreo y análisis del comercio ilícito, la facilitación de la coordinación para operar la GIR interinstitucional local y la sensibilización y comunicación estratégica.
CIMA es una herramienta tecnológica clave en la “Estrategia Triángulos”. Se trata de la mayor base de datos de comercio ilegal en Latinoamérica, proporcionando información estratégica para la toma de decisiones y la coordinación de acciones entre los diferentes actores involucrados en la lucha contra este flagelo.
La “Estrategia Triángulos” también reconoce la importancia de la cooperación internacional. Se divide geográficamente en tres regiones: T-NORTE (México, Belice, Guatemala, Honduras y El Salvador), COEPA (Colombia, Ecuador, Panamá, Perú, Costa Rica y República Dominicana) y T-SUR (Brasil, Bolivia, Chile, Paraguay, Uruguay y Argentina). Esta división busca facilitar la coordinación y la colaboración entre los países de cada región para abordar el comercio ilegal de manera más efectiva.
Impacto de la Estrategia Triángulos y sus aliados clave
La “Estrategia Triángulos” busca generar un impacto significativo en la lucha contra el comercio ilegal en Latinoamérica. Su objetivo principal es reducir la incidencia y los efectos negativos de este flagelo en la región. Se enfoca en debilitar las estructuras criminales dedicadas al comercio ilícito, sensibilizar a la población sobre las consecuencias de este tipo de actividades y promover la regulación y buenas prácticas para prevenir y combatir el comercio ilegal.
Para lograr estos objetivos, la “Estrategia Triángulos” se apoya en la colaboración de diversas autoridades, incluyendo Policías, Fiscalías, Aduanas, Unidades de Inteligencia Financiera, organismos internacionales como HSI-US, y entidades del sector privado, como las industrias de bebidas alcohólicas, tabacaleras, farmacéuticas, de autopartes, de textiles, de pesticidas, entre otras.
La “Estrategia Triángulos” cuenta con el apoyo de importantes aliados a nivel internacional, como la Organización de los Estados Americanos (OEA), la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), la Unión Europea (a través de EUROPOL) y la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude (OLAF), así como organismos como la AMERIPOL y la INTERPOL. Estas alianzas estratégicas buscan fortalecer la cooperación internacional y el intercambio de información para combatir el comercio ilegal de manera más efectiva.
La “Estrategia Triángulos” se presenta como un modelo innovador de colaboración público-privada para abordar el complejo problema del comercio ilegal en Latinoamérica. Su enfoque integral, que combina la generación de inteligencia, la cooperación internacional y la acción coordinada entre diferentes actores, busca generar un impacto real en la lucha contra este flagelo y contribuir a la seguridad y el desarrollo de la región.