En la vorágine de escándalos que sacuden la política española, un nombre ha emergido como el hilo conductor de una vasta trama de corrupción: Jorge Luis Brizuela Guevara, alias “El Venezolano”. Este personaje, cuya sombra se extiende desde los pasillos del poder en Caracas hasta las idílicas playas del Caribe, ha sido señalado como un engranaje clave en el denominado “caso Koldo”, una intrincada red de sobornos y tráfico de influencias que involucra a altos funcionarios españoles.
El perfil de Jorge Brizuela Guevara es tan oscuro como fascinante. Descrito como un empresario con vínculos en la temible mafia rumana de Quintana Roo, México, este hombre también ostenta el título de supuesto agente del Servicio Bolivariano de Inteligencia, la policía política de Venezuela. Una peligrosa amalgama de poder económico y conexiones turbias que lo convierten en una pieza codiciada en el tablero de los negocios ilícitos.
La clínica Pronalab, un oasis de corrupción en el Caribe
En el epicentro de las acusaciones se encuentra Pronalab Santo Domingo, una clínica médica que, según los informes, fue beneficiada de manera exclusiva con un suculento contrato valorado en 30 millones de euros para la instalación de carpas destinadas al tratamiento de pacientes con COVID-19. Un contrato que, según se alega, fue adjudicado gracias a las maquinaciones de Brizuela Guevara y sus cómplices en la trama Koldo.
Pero la telaraña no se detiene ahí. Aránzazu Granell Barbadillo, una empleada de Pronalab en Santo Domingo, habría sido la encargada de transportar fajos de dólares a Madrid y distribuir miles de euros en la República Dominicana, convirtiendo a la clínica en una suerte de lavadora de dinero para las ganancias ilícitas.
Los tentáculos de la corrupción se extienden
Según las investigaciones, Brizuela Guevara habría establecido asociaciones con Víctor Aldama, presidente del Zamora Club de Fútbol en España y uno de los líderes vinculados al lucrativo negocio de las mascarillas durante la pandemia, y se habría unido a Ignacio Díaz Tapia, socio de Aldama y miembro del grupo apodado “Los cuatro mosqueteros”, intervenido por la Guardia Civil española e incluido en los informes de la “Operación Delorme”, el nombre en clave del caso Koldo.
Fotografías tomadas en mayo de 2021 muestran a De Aldama junto a su esposa Patricia Ramos, recibiendo el premio al “Mérito Fútbol por la Paz”, de manos del presidente y fundador de la Organización Mundial por la Paz, Carlos Peralta. Allí mismo estuvo el venezolano Jorge Luis Brizuela Guevara, quien era descrito como “asesor” del gobernador de Quintana Roo. El encuentro tuvo lugar en Turquía, en la casa del sultán de Darfur, Ahmed Dinar, a quien le obsequiaron la camiseta, el pin, la pulsera y la bufanda del Zamora CF.
Pero las conexiones de “El Venezolano” no se limitan a España. En 2023, fue parte de la investigación “Boricua Papers” y catalogado como “agente de inteligencia de Nicolás Maduro y enlace de la mafia rumana en el estado de Quintana Roo”. Documentos filtrados mediante un hackeo a la Secretaría de la Defensa Nacional de México revelaron que Brizuela, amigo y operador del ex gobernante de Quintana Roo y actual embajador de México en Canadá, Carlos Joaquín González, se benefició de contratos millonarios con el ex embajador.
Un historial manchado de sangre y traición
La sombra de Brizuela Guevara se extiende aún más lejos. Según informes, enfrentó acusaciones de estafa por parte de varios empresarios y sufrió un intento de asesinato. Además, estuvo involucrado en un tiroteo mientras se encontraba dentro de su vehículo, un incidente que las autoridades calificaron como un “ajuste de cuentas”.
En 2022, fue objeto de una investigación relacionada con el asesinato del empresario argentino Federico Mazzoni en Riviera Maya, quien fue ejecutado por sicarios profesionales en circunstancias aún sin esclarecer.
El nexo con el poder español
La investigación de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil ha revelado que el exministro de Transportes español, José Luis Ábalos, mantuvo encuentros con Brizuela Guevara. Ábalos, actualmente salpicado por el caso Koldo, habría mantenido una relación cercana con “El Venezolano”, a quien se refería como “mi amigo” en conversaciones interceptadas.
Según los informes, la red de Brizuela utilizaba la clínica Pronalab en Santo Domingo como una plataforma para el lavado de dinero, canalizando las mordidas obtenidas a través de los contratos adjudicados en el caso Koldo. Una empleada del venezolano se encargaba de traer a España dinero en efectivo en dólares, el cual era repartido entre los miembros de la trama.
El nexo entre Brizuela, exmilitar y presunto agente del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional de Venezuela, según la Secretaría de Defensa Nacional de México, y el exministro Ábalos sería el empresario Víctor de Aldama. Uno de los encuentros entre el espía venezolano y el expolítico del PSOE se realizó en Ifema, durante la feria Fitur del año 2020.
En los mensajes de WhatsApp que posee la UCO, los miembros de la trama hablan abiertamente del blanqueo de dinero en la República Dominicana, e incluso figuran audios de junio de 2021 en los que se menciona “pagar sus nóminas” y “los euros para repatriarlos a España”.
La conexión de Brizuela Guevara con Koldo García se manifiesta a través de sus interacciones con De Aldama, con quien compartió múltiples encuentros en diversas geografías, incluyendo México y Madrid, y quien fue descrito en redes sociales por el agente venezolano como “embajador del Gobierno de España para las Américas”.
Durante la edición de FITUR de 2022, El Venezolano y Vanessa Lizeth Vargas Flores, su exesposa, presentaron a Ignacio Díaz Tapia como representante de Pronalab en México, República Dominicana y España. Este último, cercano a De Aldama, desempeña un papel crucial en la expansión de las clínicas y laboratorios de Pronalab en Latinoamérica.
Pronalab, por su parte, proclama ser el único laboratorio reconocido por la Organización Mundial del Turismo (UNWTO) para efectuar pruebas de Covid-19 en Cancún y Riviera Maya, con El Venezolano asistiendo a reuniones de este organismo junto a De Aldama y otros documentos que lo sitúan en el Comité Ejecutivo en Georgia en 2021, fungiendo como delegado de Globalia.
Finalmente, el informe de la UCO destapa que Ignacio Díaz Tapia, alias Nacho Flashback en el citado chat, se encontraba en República Dominicana el 29 de junio de 2021, desde donde comunicó su intención de trasladar “todos los euros a España”, además de mencionar la ausencia de pagos a colaboradores españoles en ese mes, revelando la magnitud internacional de esta red y su diversidad de actores.
