Por Paula S. Miller
El perfil en redes sociales URL Libre (@freeUR_vzla), ha recordado una conexión polémica entre un exfuncionario del Gobierno de Hugo Chávez y la industria musical. Según la información revelada, Rafael Jiménez Dan, un exviceministro con una larga trayectoria dentro del chavismo, y su esposa, la exjueza Dayva Soto, ha invertido 2 millones de dólares en la compañía disquera que maneja la carrera del reconocido cantante Bad Bunny.
URL Libre afirma que Jiménez Dan y Soto son dueños del 51% de la empresa, camuflada bajo la fachada de Bad Bunny, y que actualmente residen en Estados Unidos, donde disfrutan de una vida acomodada. Este hecho ha generado controversia, ya que Jiménez Dan ocupó cargos de alto rango durante el gobierno chavista y tuvo acceso a información privilegiada del Estado venezolano.
La revelación ha generado desde hace un tiempo interrogantes sobre el origen de los fondos utilizados para la inversión en la disquera y sobre la posible implicación de otros exfuncionarios chavistas en negocios en el extranjero.
Ascenso en las filas del chavismo
Rafael Jiménez Dan, capitán retirado del Ejército venezolano, no es un personaje desconocido en la escena política del país. Egresado de la misma promoción que figuras prominentes del chavismo como Diosdado Cabello y Jesse Chacón, su carrera se desarrolló bajo el amparo del Gobierno de Hugo Chávez.
Desde el año 2003, Jiménez Dan ocupó diversos cargos dentro del aparato estatal venezolano. Formó parte del equipo de la Dirección Ejecutiva de la Magistratura del Tribunal Supremo de Justicia y en 2005 fue director adjunto de la Escuela Nacional de la Magistratura. Su ascenso continuó hasta llegar a ser Viceministro de Seguridad Jurídica en el Ministerio de Relaciones Interiores y Justicia, cargo que desempeñó desde 2006 hasta 2013.
Durante su trayectoria en la administración pública, Jiménez Dan trabajó bajo la dirección de varios ministros chavistas, incluyendo a Pedro Carreño, Ramón Rodríguez Chacín, Tarek El Aissami y Néstor Reverol. Esta cercanía al poder le permitió acceder a información sensible del gobierno, incluyendo archivos digitalizados de inteligencia y del propio Tribunal Supremo de Justicia.
Un nuevo comienzo en Estados Unidos
En 2013, Rafael Jiménez Dan dejó su cargo en el Gobierno venezolano por razones que no se han hecho públicas. Un año después, en 2014, emigró a Estados Unidos, donde reside actualmente en el estado de Florida.
Su vida en Estados Unidos contrasta con la austeridad que promueve el gobierno chavista. Reportes indican que Jiménez Dan lleva un estilo de vida lujoso, lo que ha generado críticas y cuestionamientos sobre el origen de su fortuna.
La controversia no es nueva para el exfuncionario. En 2017, estuvo involucrado en una confrontación pública relacionada con acusaciones contra su esposa, Dayva Soto, quien también ejerció como jueza en Venezuela.
Más allá de las polémicas, la información revelada por URL Libre sobre su inversión millonaria en Rimas Entertainment, la disquera de Bad Bunny, ha puesto a Jiménez Dan en el centro de la atención. Se estima que su aporte de 2 millones de dólares lo convirtió en el inversionista mayoritario de la empresa en sus inicios, lo que ha despertado dudas sobre la naturaleza de sus negocios y su relación con el cantante puertorriqueño.
