En un nuevo incidente que ha sacudido a la industria aeronáutica, la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA) ha iniciado una investigación sobre la posible utilización de documentos falsos o incorrectos para certificar la autenticidad del titanio empleado en la construcción de algunos aviones Boeing de reciente fabricación.
Esta investigación, revelada por primera vez por el New York Times, también alcanza a Airbus, ya que la FAA busca determinar si se utilizaron documentos fraudulentos para avalar la procedencia del titanio en algunos de sus aviones.
Una industria bajo presión
La noticia llega en un momento en que la industria aeronáutica se enfrenta a una demanda sin precedentes de nuevos aviones, impulsada por la recuperación del sector tras la pandemia. Sin embargo, las dificultades en la cadena de suministro y la escasez de componentes están limitando la capacidad de los fabricantes para satisfacer este apetito voraz del mercado.
En este contexto, el titanio juega un papel crucial, ya que se utiliza en la fabricación de componentes esenciales para la seguridad de las aeronaves, como trenes de aterrizaje, palas y discos de turbinas.
Corrosión y dudas sobre la seguridad
El detonante de la investigación de la FAA fue el hallazgo de pequeños orificios de corrosión en el titanio suministrado por uno de los proveedores de la industria, según informó el New York Times.
La FAA confirmó que Boeing había realizado una “divulgación voluntaria” en relación a la adquisición de material a través de un distribuidor que “pudo haber falsificado o proporcionado registros incorrectos”.
Como respuesta, la agencia gubernamental ha instado a Boeing a emitir un boletín a sus proveedores, alertándolos sobre la importancia de mantenerse vigilantes ante posibles falsificaciones en la documentación.
Boeing, por su parte, ha declarado que el problema afecta a toda la industria y que solo un número limitado de proveedores y piezas están involucrados.
El gigante aeronáutico ha asegurado que las piezas afectadas están siendo retiradas de los aviones antes de su entrega y ha enfatizado que la seguridad de las aeronaves no se ha visto comprometida.
Hasta el momento, no se conoce una declaración oficial Airbus al respecto.
Este caso trae a la memoria el escándalo que sacudió a CFM International en 2023, cuando se descubrió que miles de componentes de sus motores podrían haber sido vendidos con documentación falsificada por un distribuidor británico dirigido por el venezolano José Alejandro Zamora Yrala.
Este descubrimiento obligó a varias aerolíneas a reemplazar piezas en algunos de sus aviones.
Reacción del mercado
La noticia ha tenido un impacto inmediato en el mercado bursátil, con las acciones de Boeing cayendo un 1.8% y las de Spirit AeroSystems, proveedor de fuselajes para Boeing y alas para Airbus, desplomándose alrededor de un 1%.
Spirit confirmó que el titanio con documentación “falsificada” había ingresado a su cadena de suministro y que todas las piezas relacionadas habían sido retiradas de la producción. La empresa aseguró haber realizado más de 1,000 pruebas para garantizar la aeronavegabilidad de las piezas.
Sanciones a Rusia y la incógnita del origen
Canadá ha impuesto sanciones al titanio ruso, aunque con excepciones. Por el momento, se desconoce si los documentos falsos están relacionados con estas sanciones.
La investigación de la FAA continúa, y se espera que arroje luz sobre la magnitud de este problema que amenaza con empañar la imagen de la industria aeronáutica.