Por Felicia Osorio
En el verano de 2019, el Gobierno de Pedro Sánchez, quien ya había reconocido a Juan Guaidó como “presidente encargado” de Venezuela, se vio envuelto en una operación diplomática no convencional.
El empresario y comisionista español Víctor de Aldama cruzó el Atlántico con una carta firmada por el entonces ministro José Luis Ábalos. La carta acreditaba a Aldama como “enlace en las relaciones” entre España y Venezuela. El objetivo de este viaje era una reunión con Juan Guaidó y Henry Ramos Allup, prominente dirigente del partido Acción Democrática y vicepresidente de la Internacional Socialista.
Sin embargo, el trasfondo de esta gestión apuntaba a un objetivo más ambicioso: facilitar el camino para que Pedro Sánchez alcanzara la presidencia de la Internacional Socialista. Hasta la fecha, el Gobierno español había negado la existencia de este encuentro, pero una fotografía recientemente descubierta y publicada el OkDiario, muestra a Víctor de Aldama junto a Juan Guaidó y Henry Ramos Allup, desmintiendo las versiones oficiales que aseguraban que dicha reunión nunca había ocurrido.
A pesar de los intentos de altos cargos del Gobierno español por desacreditar a Aldama, tachándolo de “delincuente confeso” o “pequeño Nicolás”, su papel en este episodio “diplomático” parece haber sido crucial para los intereses políticos de Pedro Sánchez.
La carta de Ábalos y el portafolios oficial
Ante el juez Ismael Moreno, Víctor de Aldama testificó haber entregado personalmente a Juan Guaidó una carta firmada por el entonces ministro de Fomento, José Luis Ábalos Meco, en la que se confirmaba el reconocimiento del liderazgo de Guaidó por parte del Gobierno español.
Esta carta, cuyo contenido aparece en un correo electrónico que el asesor Koldo García se envió a sí mismo desde su cuenta de Hotmail a su correo del Ministerio, fue entregada utilizando papel timbrado de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, y dentro de un portafolios oficial exclusivo del Gobierno español.
A pesar de las negativas de Ábalos sobre la existencia de dicha carta, Aldama mantuvo su versión ante el juez, argumentando que no habría viajado a Venezuela sin un mandato que respaldara su misión. “Si esa carta es falsa, entonces habré robado el papel a la Casa de Moneda y Timbre, porque está troquelada y la usan los ministerios y Presidencia. Con una carpeta de España que también no sé dónde la habré robado”, declaró Aldama, reafirmando la autenticidad del documento.
La carta, fechada el 26 de julio de 2019, indicaba que el Gobierno de Sánchez había enviado a Aldama para entregarla en mano a Guaidó, quien ya había sido reconocido como “presidente encargado de Venezuela” el 4 de febrero de 2019.
Reuniones en Madrid y Caracas: El doble juego diplomático de Aldama
Antes de su viaje a Venezuela, en marzo de 2019, Víctor de Aldama se reunió en Madrid con los cuatro representantes que Juan Guaidó había nombrado en Europa. Posteriormente, Aldama organizó un encuentro entre estos representantes y José Luis Ábalos, entonces secretario de Organización del PSOE, en la sede del partido. Entre los asistentes a esta reunión se encontraban Enrique Alvarado, Antonio Ecarri (padre), Williams Dávila (hijo) y José Ignacio Guédez, todos ellos figuras de la oposición venezolana y del llamado “gobierno interino” de Guaidó.
Es preciso destacar que Antonio Ecarri Bolívar ha fungido como vicepresidente de Acción Democrática, el mismo partido que Ramos Allup, mientras que Williams Dávila (padre) ha sido otro connotado dirigente de esa organización.
En su testimonio ante el juez Ismael Moreno, Aldama explicó que su misión en Venezuela era comunicar a Guaidó el apoyo de España y la intención del Congreso de reconocerlo como presidente interino, un hecho que finalmente se concretó. Sin embargo, al mismo tiempo que gestionaba estos acercamientos con la oposición venezolana, Aldama también mantenía contactos con la administración de Nicolás Maduro, a través de la vicepresidenta Delcy Rodríguez, evidenciando un complejo juego de intereses políticos y diplomáticos.
La ambición de Sánchez y la Internacional Socialista
Un aspecto crucial de las gestiones de Víctor de Aldama en Venezuela fue su relación con las aspiraciones de Pedro Sánchez de liderar la Internacional Socialista. Según las declaraciones de Aldama ante el juez, el presidente del Gobierno español estaba “obsesionado” con alcanzar la presidencia de esta organización internacional.
El apoyo a Guaidó y las relaciones con Henry Ramos Allup, secretario general de Acción Democrática, partido miembro de la Internacional Socialista, habrían formado parte de una estrategia para ganar influencia y asegurar el respaldo necesario para lograr este objetivo. Ramos Allup, además, había sido una figura clave en denuncias de supuestos pagos de Venezuela a Pablo Iglesias, líder de Podemos.
Finalmente, en noviembre de 2022, Pedro Sánchez fue nombrado presidente de la Internacional Socialista, culminando así una meta que, según Aldama, había sido un motor importante en las relaciones diplomáticas con Venezuela.
La utilización de canales no oficiales y la implicación de un comisionista como Aldama reflejan la intrincada red de intereses políticos y económicos que caracterizaron las relaciones entre España y Venezuela durante este período.
Vínculos empresariales y la trama de los hidrocarburos: Conexiones que trascienden la diplomacia
La relación entre Víctor de Aldama y Henry Ramos Allup no se limitó únicamente al ámbito diplomático. Un informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil española revela conexiones que apuntan a posibles intereses empresariales y transacciones inmobiliarias vinculadas a la llamada trama de los hidrocarburos, por la cual De Aldama está siendo procesado judicialmente en España.
En 2021, el venezolano Alfredo Rafael Chirino Chirino, cercano colaborador de Ramos Allup, intentó negociar la compra de un chalet en Cádiz, Andalucía, que estaba destinado a convertirse en residencia de José Luis Ábalos. En el informe de la UCO, Alfredo Rafael Chirino es identificado como “Rafael Alfredo Chirino Chirino”. Sin embargo, datos adicionales permiten corroborar que se trata de la misma persona.
Alfredo Rafael Chirino fue una figura omnipresente en el entorno de Diana D’Agostino, la esposa de Ramos Allup, durante sus actividades de proselitistas, cuando en 2013, fue candidata a alcaldesa del municipio el Hatillo del estado Miranda.
Chirino, quien había sido director general del despacho de la presidencia del parlamento venezolano durante la gestión de Ramos Allup en 2016, participó en la trama junto al empresario venezolano Henrique José Rodríguez Guillén, propietario del consorcio de empresas petroleras Suelopetrol. Aunque la compra del chalet no se concretó, Chirino mantuvo encuentros con Koldo García, asesor de Ábalos. Hace exactamente un año, el 29 de noviembre de 2023, Chirino y Koldo García fueron vistos reunidos en Madrid, en el restaurante La Chalana, según el informe de la UCO.
Tales conexiones empresariales, sumadas a las implicaciones familiares de Ramos Allup en negocios petroleros en Venezuela –incluyendo sanciones de Estados Unidos a uno de sus allegados– sugieren una trama compleja donde los intereses políticos y económicos se entrelazan de manera significativa.