La ruta del dinero de los Ojeda: Desde la crisis hospitalaria de los 90’s en Venezuela hasta Madrid, con el patrocinio de los Gaspard Morell

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En 1993, mientras los hospitales públicos venezolanos colapsaban, al mismo ritmo que el gobierno del presidente de turno, Carlos Andrés Pérez; Alfredo Ojeda Gudiño, presidente de la Fundación de Inversiones de Mantenimiento de Hospitales (FIMA), preparaba su retiro dorado.

El hombre fuerte de la FIMA, entidad dependiente del Ministerio de Sanidad y Desarrollo Social, bajo la batuta del entonces ministro y dirigente del partido Acción Democrática, Ángel Rafael Orihuela; no quiso irse con las manos vacías, ante la inminente caída del gobierno de Pérez.

Seis meses antes de la destitución de Carlos Andrés Pérez por corrupción; el presidente de la FIMA acudió al despacho legal panameño AFRA, para crear un vehículo de inversión, junto a su entonces esposa e hijo, el ahora actor y modelo Daniel Alfredo Ojeda.

Andreas Group Inc, la sociedad panameña surgida de allí, les permitió a los Ojeda comprar al contado y discretamente, tres meses tras la destitución de Pérez, una casa en Boca Ratón, Florida; por una suma superior a $260.000, equivalentes hoy a más de medio millón de dólares.

La cifra, sin duda, pudo haber servido para dotar a hospitales en Venezuela. Además, Ojeda (padre) quien ya había pisado suelo estadounidense antes del gobierno de Pérez, no necesitó un crédito bancario para la de Boca Ratón, como sí lo obtuvo antes para adquirir otra propiedad.

A la casa de Boca Ratón, le siguió un apartamento en Aventura, Florida, que el expresidente de la FIMA compró una década después, mediante una firma en Bahamas que gentilmente le fue gestionada por el bufete panameño Morgan & Morgan.

Durante la primera década del siglo XXI, Alfredo Ojeda presidió en Venezuela la contratista Inversiones Vedaca, misma que bautizó en honor a las iniciales de sus hijos mellizos Verónica y Daniel (el actor y modelo).

Inversiones Vedaca tenía como propósito la realización de obras civiles, mecánicas, y electromecánicas, así como la dotación, instalación y mantenimiento de equipos médicos. Dicho de otro modo, las mismas actividades de la FIMA, extinta esta última en 1999.

Tras los problemas derivados de presuntos fraudes inmobiliarios en sociedad con el también venezolano Tito Figueroa y su padre, patrocinados mediante préstamos de los ahora fugitivos José y Chamel Gaspard Morell; Alfredo Ojeda buscó nuevo rumbo.

Tras obtener la ciudadanía española y vender sus propiedades en EE.UU., el expresidente de la FIMA reside ahora en Madrid, en donde, según sus vecinos, se dedica a cuidar a su husky siberiano.

Quizás en la capital española, Ojeda todavía recuerde sus tiempos de gloria y pueda estrechar la mano de Antonio Ledezma, su antiguo correligionario adeco, reveló @josepgonzalez687.



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